Ayer leí una crítica en el Blog de LadyMariam de La Novia Cautiva (el primer libro escrito por Johanna Lindsey) que me llamó mucho la atención. Me pareció un post muy bueno porque habla de un tema muy interesante. Habla de los abusos sexuales y del maltrato físico y psicológico que sufren las protagonistas de algunos de los libros de este género y de cómo un libro con este contenido puede venderse como "novela romántica".
Hasta ahí casi todo bien; pero tiene frases en mi opinión desacertadas al criticar a la autora por cosas que no se merece, cito:
"Es una novela con un olor a viejo que llega a niveles intoxicantes
(recomiendo el uso de guantes y barbijo si quieren correr el riesgo de
leerlo)"
"¡De esta novela nada se salva! ¡La historia, el título, la redacción del argumento de la contratapa y la portada son un horror!"
"La verdad es que desde que leí este libro la autora tiene prohibida la
entrada a mi biblioteca. Es más, si veo sus libros en una librería me
cuido de que ni siquiera me rocen el brazo por accidente porque tengo
miedo de tener una reacción alérgica."
En primer lugar este libro huele a viejo por la sencilla razón de que lo es. Fue publicado por primera vez en 1977.
En aquella época era algo más que común encontrarse con libros con estos contenidos. Puede que porque las mujeres de entonces no eran tan feministas como lo somos ahora. O puede que la explicación sea la que encontré una vez hace tiempo buceando en Internet. Me perdonaréis por no poneros el enlace a lo que voy a decir ahora, y es que cuando digo "hace tiempo" me refiero a años; y a pesar de que volví hoy a buscar esa página no la encontré.
Al parecer, el tema de las violaciones aparece en los libros románticos porque es una fantasía femenina, y cuando dicen esto de "fantasía femenina" no se refieren a que las mujeres quieran ser violadas, sino a que fantasean con el hecho de poder hacer aquello que desean (acostarse con ese chico de libro) sin repercusiones de ningún tipo.
La explicación me parece bastante plausible porque las mujeres de estas novelas en realidad sí que han soñado con acostarse con ese hombre y lo que les impide hacerlo son los convencionalismos sociales o el miedo a lo desconocido.
Además, hay que añadir los factores época y geografía. Estas historias suelen estar ambientadas en países de culturas musulmanas y/o en épocas pasadas como la edad media, la era vikinga,... La autora del blog reconocía esto al mismo tiempo que decía que no se podía vender como libro romántico algo que en verdad no lo es.
Bien, estoy de acuerdo en que debería venderse con algún tipo de aviso (algo que hacemos en este blog, con que no temáis encontraros algo así en los libros que nosotras subimos, porque si lo hacemos, avisamos) y no puedo decir que, a pesar de todas estas explicaciones y motivos, los libros en los que aparecen violaciones o maltrato me gusten.
Pero sí creo que no se puede juzgar toda la obra de una autora por un solo libro y tratarla como una paria por ello.
Además, esos libros con situaciones reprobables sorprenden por lo que llegas a aprender de ciertas culturas.
De echo, uno de los libros de Johanna Lindey que más me llamó la atención es Ángel de Plata. En él, la protagonista es vendida a un harén en el que el jeque árabe es sustituído por su hermano gemelo, criado en Inglaterra, para protegerse de un atentado. Me sorprendió porque plasma increíblemente bien como la cultura puede hacer tan diferentes incluso a personas con el 100% de los cromosomas iguales.
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Portada de reedición |
Estas son las típicas novelas que nos ofrece esta autora que te hacen quitarte el sombrero ante ella. Además, las que hayáis leído algún libro de la saga de los Malory estaréis tan indignadas como yo ante el menosprecio al que someten a esta escritora que tiene más de 40 best sellers, por algo. Y ese algo es, sencillamente, que es buena en su trabajo.
En cuanto a la portada y contraportada... ¿Cómo puede tener culpa Johanna Lindsey de eso? ¿Cúantas veces nos hemos quejado las lectoras de novelas románticas de estas portadas tan horrorosas?
Solo hace muy poco nos empezaron a escuchar y pudimos parar de forrar los libros de este género siempre tan menospreciado en papel de periódico. Un libro publicado en 1977 no tiene esa suerte, aunque sí la reedición.