Hace poco os dejamos en el blog la entrada: Chica que no lee vs. chica que lee- Charles Warnke
Pues Eli encontró hace unos días la versión chico en una página del Facebook. Supuestamente también está escrita por Charles Warnke, no tenemos ni idea de quién la tradujo (ya que en la página del Facebook no lo pone). Os diré que me gusta muchísimo más la de la chica pero esta también merece (en nuestra opinión) ser leída:
Sal con un chico que no lee.
Las conversaciones serán sencillas,
podéis hablar del tiempo, del trabajo o estudios, podéis hablar de ropa o
del mundo del motor. Puedes hacer que te interesa el funcionamiento de
un cuatro cilindros, o puedes ir con él a ver el fútbol e indignarte
con cada fuera de juego que el árbitro de turno decida no pitar. Podéis
hablar de música, o salir a bailar, pero no le prestes demasiada
atención a la letra, ni busques cosas excesivamente profundas, porque
casi seguro no le interesará ver más allá de la rima.
No salgas con
un chico que lee porque criticará el poco sentido de las letras que la
gente tararea una noche de fiesta cualquiera, se reirá de lo banal. No
salgas con un chico que lee si quieres llevar las riendas en cada
momento, porque el chico que lee, sabrá encandilarte con cuatro palabras
bien dichas, y tardarás un rato en darte cuenta de su gracioso juego de
conquista.
Porque..
El chico que lee sabrá cuando callar,
porque entiende el sentido de los puntos suspensivos, y seguramente no
invertirá tanto tiempo en preguntar repetitivamente ese “que te pasa”
que sin duda no queremos responder. Se acordará del argumento, y
entenderá los fallos del guión, pues lo ha leído en mil páginas. El
chico que lee sabe que incluso en los mejores libros los grandes
detalles pueden ser sugeridos con una descripción de la escena, y hará
de cada una de tus miradas una descripción que no necesite explicaciones
ni pretextos.
El chico que lee ha aprendido de los mejores héroes de la historia, y
sabe cuándo y cómo ha de luchar. Sabe que la trama tiene giros y no se
pondrá tan nervioso ante un párrafo dramático.
Conoce las palabras
que te secan y humedecen los ojos, y te comparará con las musas de sus
autores preferidos, se reirá de ti si llegas al punto de locura que
alcanzan sus protagonistas, y ya conocerá la solución.
No habrá
mejor regalo para él que empezar juntos una historia definitiva, un
libro que no tenga final, porque al fin y al cabo, el chico que lee
querrá seguir leyendo, y valorará el suspense antes de escribir la
última frase del día.
El chico que lee conoce mil mundos, y no
parará hasta que los visitéis juntos. Y cada momento absurdo se llenará
de magia si señala una a una las cosas que imagina para ti en ese
momento, porque podrá transformar una cutre habitación de hostal en la
suite más maravillosa de París. Y sólo con palabras creará la mejor
vista de la Torre Eiffel, sólo con palabras puede hacer que veas mil
estrellas iluminando el cielo sobre los Campos Elíseos, haya o no
ventana en vuestra cutre habitación.
Si sales con un chico que
lee, ten claro que no pararás de recorrer lugares que posiblemente aún
no se hayan inventado, que cada momento será un párrafo perfecto de
vuestro libro, que cada gesto habrá sido vagamente maquinado, y cada
punto de tensión será resuelto, porque los libros, siempre continúan. Y
el chico que lee, lo sabe.
Porque es la garantía de una
biblioteca en su casa reservada sólo para ti. Porque con cada libro que
se obsequien entre ambos, irán alimentando la librería que desearán
tener en un pequeño apartamento lleno de fantasía en París, Roma,
Londres o Madrid.
Sal con un chico que no lee, o te condenarás
a aprender cada día, y a vivir de modo que cada momento pueda ser
descrito en un papel. Sal con un chico que no lee, o te convertirás en
musa y protagonista de mil historias que de esta manera, no podrías
vivir.
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